Kanye West pone el broche de oro en la Lollapalooza
El currículum de Kanye West hacía preveer un potente cierre para la segunda y última jornada de Lollapalooza, y el estadounidense no decepcionó: en base a los éxitos que ha posicionado en el último lustro en los primeros lugares de los ránkings internacionales, y con un show de alto nivel, el hip hopero nombrado "Artista del año" por MTV en 2010 congregó a una multitud de miles de personas, para dar por terminada la primera versión local del evento nacido en EE.UU.
Vestido con chaqueta de color rojo y un generoso colgajo de collares dorados, Kanye West apareció a las 21.15 horas e hizo saltar al público con sus canciones, que trascienden los márgenes tradicionales del hip hop e incorporan una serie de sampleos y musicalización de corte soul y electrónico, que han dado como resultado un rap barroco que lo ha situado en la primera línea de la música norteamericana.
"Diamonds are forever" y "Can't tell me nothing" fueron algunas de las piezas que escogió el estadounidense para abrir su show, en el que echó mano del autotune (corrección digital de la voz), marca registrada de sus canciones, así como de una luminosa puesta en escena para conquistar por primera vez al público chileno, pero que, como durante todo el festival, incluyó también gente de otros países de la región, así como de Europa y Norteamérica.
Los momentos de mayor intensidad del show vinieron con algunos los grandes éxitos del artista, como "Gold digger", "Flashing light" y "Say you will", además de "Runaway" -de su último disco, My beautiful dark twisted fantasy (2010)- y dos colaboraciones virtuales con Rihanna: "Run this town" y "All of the lights".
El bis fue imponente y con una metralleta de éxitos, y vino tras un "olé, olé olé, Kanye, Kanye" de parte del público: la casi épica "Testify" y la popular "American boy", además de "Good life" -con dedicatoria a Michael Jackson incluida-, "Heartless" y "Stronger", que desató la euforia de los asistentes.
"Gracias por el apoyo, gracias por mostrarme su cariño", dijo West al final, tras una hora y media de espectáculo, coronando una jornada tan calurosa y multitudinaria como la del sábado -50 mil personas cada día, según la organización-, y que este domingo, más allá de los problemas de acceso en la Cúpula, tuvo entre sus puntos altos a La Mala Rodríguez, Chico Trujillo, The Flaming Lips, Cat Power y Jane's Addiction.
Un hito para la historia de la música en vivo en el país, que deja la vara alta para los eventos de este tipo en Chile de cara al futuro.
Vestido con chaqueta de color rojo y un generoso colgajo de collares dorados, Kanye West apareció a las 21.15 horas e hizo saltar al público con sus canciones, que trascienden los márgenes tradicionales del hip hop e incorporan una serie de sampleos y musicalización de corte soul y electrónico, que han dado como resultado un rap barroco que lo ha situado en la primera línea de la música norteamericana.
"Diamonds are forever" y "Can't tell me nothing" fueron algunas de las piezas que escogió el estadounidense para abrir su show, en el que echó mano del autotune (corrección digital de la voz), marca registrada de sus canciones, así como de una luminosa puesta en escena para conquistar por primera vez al público chileno, pero que, como durante todo el festival, incluyó también gente de otros países de la región, así como de Europa y Norteamérica.
Los momentos de mayor intensidad del show vinieron con algunos los grandes éxitos del artista, como "Gold digger", "Flashing light" y "Say you will", además de "Runaway" -de su último disco, My beautiful dark twisted fantasy (2010)- y dos colaboraciones virtuales con Rihanna: "Run this town" y "All of the lights".
El bis fue imponente y con una metralleta de éxitos, y vino tras un "olé, olé olé, Kanye, Kanye" de parte del público: la casi épica "Testify" y la popular "American boy", además de "Good life" -con dedicatoria a Michael Jackson incluida-, "Heartless" y "Stronger", que desató la euforia de los asistentes.
"Gracias por el apoyo, gracias por mostrarme su cariño", dijo West al final, tras una hora y media de espectáculo, coronando una jornada tan calurosa y multitudinaria como la del sábado -50 mil personas cada día, según la organización-, y que este domingo, más allá de los problemas de acceso en la Cúpula, tuvo entre sus puntos altos a La Mala Rodríguez, Chico Trujillo, The Flaming Lips, Cat Power y Jane's Addiction.
Un hito para la historia de la música en vivo en el país, que deja la vara alta para los eventos de este tipo en Chile de cara al futuro.
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